La
actividad de Ageo registrada en el libro se extiende del 27 de agosto al 18 de
diciembre del 520, bajo el reinado de Darío de Persia.
El año
538 el edicto de liberación de Ciro permitió a los judíos cautivos en 8abilonia
volver a su tierra. Un grupo bajo el mando de Sesbasar aprovechó la ocasión, animado
quizá por las maravillosas promesas de Isaías II. Pero la situación que
encontraron fue lamentable: ciudades en ruinas, campos abandonados, murallas
derruidas, el templo incendiado. La predicación de Ageo deja entrever que entre
los repatriados cundió el desánimo, de modo que se limitaron a reconstruir sus
viviendas y trabajar sus campos, descuidando la reconstrucción del templo y las
ilusiones de independencia.
El año
529, sucede a Ciro su hijo Cambises, tirano caprichoso y enfermo, que se ganó
la enemistad del pueblo y de las clases dirigentes. El año 522 un mago llamado
Gautama, haciéndose pasar por el hermano asesinado de Cambises, capitaneó una
rebelión. Al morir Cambises, probablemente asesinado, le sucedió Darío I, quien reprimió
férreamente la revuelta hasta restaurar el año 520 la paz en el imperio. En
este ambiente turbulento se comprende que Ageo esperase una intervención de
Dios que hiciera temblar a las naciones (2,7), destruyera el poder de los
paganos (2,21 s) y restaurase la independencia de Judá.
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